Una cosa que no tiene discusión es que el running es el deporte del momento. ¿Quién no lo ha probado nunca o conoce multitud de gente que lo practica habitualmente? Eso sí, en los meses de invierno no apetece tanto salir a correr por el frío que hace, las condiciones climatológicas (lluvia, nieve, ventiscas…) que obligan a pensarse dos veces si terminar de atarse los cordones y salir al exterior. Pero para esos pocos días en los que parece imposible correr fuera de casa han surgido las cintas de correr, un invento que permite seguir practicando nuestro deporte favorito en nuestra casa o gimnasio. Puro cardio y una máquina perfecta para poder trabajar especialmente el tren inferior.

¿Qué has de tener en cuenta a la hora de comprar una cinta de correr?

Dimensiones de la cinta

¿Dónde la vas a usar? Al final el espacio del que dispones es una de las características claves. Actualmente existen maquinas que pueden plegarse y ocupar un espacio mínimo a la hora de almacenarlas en cualquier armario o garaje. El espacio ideal que hay que dejar es 90 cm a lo ancho y 2,5 m a lo largo.

Las cintas plegables destacan por su movilidad y por la facilidad de almacenaje. Son más aptas para corredores amateurs por la superficie de carrera que se puede realizar. ¿Su inconveniente? El tapiz puede resultar corto.

Las cintas fijas tienen una mayor resistencia en la cubierta y en el marco, permiten realizar carreras más largas. Su monitor tiene un mayor número de acciones y la máquina suele durar más.

Tamaño de la superficie de carrera

La parte de la cinta en la que se corre (largo x ancho). Siempre que no tengas problema de espacio se recomienda la mayor superficie, cuanto más tenga mayor confort a la hora de correr y moverse por la cinta.

Peso máximo

Algunas máquinas tienen exigencias en cuanto a peso, por lo que hay que mirar muy bien este detalle a la hora de comprar la máquina. Cuanto más pesa una persona más le exige al motor, así que debe haber una cierta diferencia entre el máximo permitido y el peso de la persona que lo va a usar.

Potencia del motor

Depende de tu peso y del uso que vayas a dar a la máquina. Las de uso doméstico o semiprofesionales suelen llevar un motor de corriente continua y las específicas para profesionales un motor de corriente alterna. La potencia se mide en caballos de potencia (CV o HP) y en potencia en continuo (potencia de forma constante) y potencia en pico (máximo pico de potencia). Por lo tanto, si solo vamos a correr de forma continua y regular bastará con tener una potencia en continuo alta; sin embargo, si queremos realizar sesiones de esprines deberemos cuidar al máximo la potencia en pico.

Velocidad

De la misma manera, si solo vas a correr de forma constante con tener una velocidad máxima de 14-15 km/h es más que suficiente. Si eres un profesional y necesitas alcanzar altas velocidades para mejorar tu sprint deberás aumentar como mínimo a los 18-20 km/h.

Inclinación

Con diferentes posiciones y pendientes se consigue ejercitar con una mayor o menor intensidad los distintos grupos musculares. Lo habitual son sistemas de regulación de la inclinación que van desde el -1º hasta los 15º, las mejores máquinas pueden llegar a los 35º. Depende de tus necesidades. A 6,5 km/h un usuario medio quema 360 calorías por hora corriendo sin inclinación y 850 calorías con una inclinación del 15%.

Amortiguación

Factor muy importante, protege las articulaciones de la tensión generada al correr. Por norma general la amortiguación consigue absorber entre el 15%-40% del impacto. Por tanto, correr en una buena cinta es más seguro que correr en el exterior, por mucho que se asegure lo contrario. Al salir a correr en la calle, dependemos de la variabilidad de la dureza del suelo, las pendientes… al correr en cinta controlamos todos esos factores y controlamos la inclinación y la intensidad. Hay menor riesgo de lesión.

Monitor y extras

Deberás también comprobar cuantas variables mide la máquina (velocidad, inclinación, tiempo, calorías quemadas, ritmo…) y cuántos programas de entrenamiento tiene. Además, la capacidad de poder conectarse con los diferentes dispositivos móviles a través de WiFi o bluetooth o incluso si dispone de radio, TV o videos de realidad virtual integrada.

Beneficios de correr en cinta

Como hemos comentado previamente y no vamos a extendernos más, es mucho más seguro correr en cinta, menos lesivo y además evitamos todas las situaciones que pueden perjudicar a una persona que corre por la calle (tráfico, condiciones climatológicas, arena, ramas, dificultad y variedad del suelo, contaminación…). A su vez, como también indicábamos al inicio, las cintas permiten correr cuando las condiciones que hay en la calle no son favorables, se puede correr desde casa cuándo y cómo nos apetezca, sin necesidad de desplazarnos hasta lugares lejanos.

Programas de entrenamiento

Permite controlar a la perfección el entrenamiento, entrenar la distancia concreta que queremos, con la inclinación justa en cada momento, a una velocidad determinada e ir variándola según como nos encontremos o los objetivos del día.

Disponen de una gran variedad de programas incluidos en el monitor para no aburrirse jamás e ir aumentando nuestro nivel y rendimiento.

Medición completa

Suelen incluir pulsómetros que permiten medir las pulsaciones, el ritmo, las calorías consumidas…

Inconvenientes

¿Cuál es el mayor riesgo de correr en cinta?

La rutina, la tendencia a desconectar, el no variar de intensidad y velocidad. En general, es menos lesivo correr en cinta, pero puede resultar más lesivo si lo hacemos siempre a la misma intensidad, ya que los músculos y articulaciones repetirán siempre el mismo movimiento y pueden dañarse. Por esta razón es ideal ir variando la rutina al correr y realizar rutinas como la HITT en las que ir variando periodos de reposo con periodos de alta intensidad.

También hay que mencionar que al principio pueden surgir molestias en los glúteos, la espalda o los flexores de la cadera porque el cuerpo no está acostumbrado a deslizarse o correr en sentido inverso como pasa en la cinta.

Aspecto psicológico al correr en cinta

El mayor inconveniente que hay de correr en cinta es el cansancio mental que sufre el deportista. Cuando no se está acostumbrado, el centrarse en una sola imagen fija y no ir variando de paisajes puede agotar mentalmente al deportista. Para esto, cada vez han ido incluyendo más opciones las cintas de correr: posibilidad de ver películas, canales de televisión y sobre todo escenas virtuales de caminos y rutas con los que la inmersión es total.